Resumen El Espíritu Eterno

En París transcurre la historia. Her kennen, un alto cargo militar alemán, tiene entre manos unos documentos encontrados sobre Da Vinci y quiere traducirlos. Mientras tanto intenta conocer a una chica que le ha ilusionado. Kennen habla con su secretario Françoise y le encarga la misión de vigilarla e investigarla para conocerlo todo sobre ella. Esta es Marina y vive con Picasso y uno de sus sueños es volver a España a su Málaga natal. Estando en casa se queda dormida y ella era muy fantasiosa. Sueña con un dragón gigante en el cual se monta y van hacia Málaga recorriendo sus lugares más emblemáticos surcando los cielos. Kennen se entera de que Marina acudirá a una fiesta de su amiga Deray y también va. Van personas como la famosa diseñadora Channel. Al final de la fiesta cuando todos se van Deray y Marina se quedan juntas a dormir. Al salir de la casa ve a una pareja de guardias y decide esconderse y esperar a que se vayan. Tras una pequeña discusión ella escucha un disparo y cuando se van se acerca y encuentra a su amigo Samuel muerto en el suelo y junto a él un perro al que ignora. Tras verlo se va a casa con mucha pena y al llegar se da cuenta de que el perro le sigue y decide dejarlo entrar y de paso bañarlo ya que estaba muy sucio. Françoise aparece y le cuenta todo lo que ha averiguado de Marina y le hace una extensa descripción entre las que se encontraba un apodo, que era pelirroja y española. Le llamaban ˂˂ Espíritu Eterno ˃˃ por las luces blancas que utilizaba en todas sus actuaciones cuando tocaba el piano. A la semana de mandar a Kennen a Alemania para manejar tropas, le llaman de Francia sobre los manuscritos encontrados de Da Vinci. Vuelve y se monta en el coche de Françoise y este le espera con una entrada para un concierto de Marina y le vuelve a contar más cosas sobre ella. Estando en el coche la ve. Sale del coche y tiene un encontronazo con ella aposta para rozarse con ella y tras disculparse se va cada uno por su sitio pero Marina se da cuenta de que se le ha caído un papel el cual es uno de los manuscritos que estaba investigando los traductores de Kennen. Mientras, Marina se evade en su mundo y esta vez sueña con su familia en plena guerra en la que intentan escapar mientras disparan a su madre. Cuando se levanta va a casa de Deray y su hijo se encuentra mal y Marina decide irse a por medicina aunque antes tiene que librarse de los guardias como siempre que la encañonan y cuando toca su arma sale una chispa que hace que suelte el arma el guardia y finalmente sale airosa. Llega el momento de dar el concierto de piano y va a casa de Deray para vestirse. Tras tocar en el concierto se van a una fiesta donde nada más se habla de la guerra y Marina siempre discute y exalta sus ideas sobre todos los temas aunque tenga que contradecir a un alto cargo alemán. En la fiesta coinciden Marina y Kennen los cuales hablan un poco. Ella se mete en el cuarto de baño y él la espera. La acosa y abusa de ella y cuando puede le esquiva y sale corriendo pero resbala y se da un golpe en la cabeza y queda inconsciente. Al despertarse se encuentra en una habitación junto a un familiar de Kennen y cuando se va ella aprovecha para escaparse montada en un caballo que encuentra fuera. Más tarde se encuentra con el mariscal Keitel y la coge para meterla en su casa. Hablan y Keitel decide mandarla a Polonia para esconderla pero Kennen la busca hasta que la encuentra y tras una disputa y una pequeña pelea coge a Marina y se la lleva con él encerrándola en una habitación para que no se vuelva a escapar. En esa habitación ella vuelve a su mundo de fantasías en el que ahora aparece su madre y habla con ella. De repente aparece Kennen y le pregunta que con quién hablaba y ella callada anda hacia atrás mientras él se le acerca, empuña un abrecartas y se lo clava. De repente se va hacia él y le empuja en la herida así salvándole la vida y coge su arma y dispara y todos creen que un criminal le ha disparado y ha escapado y corren a buscarlo. A partir de ahora iría a todos los sitios acompañada. Decide ir a casa de Deray y esta le pide que haga un concierto por su hijo ya que al llegar le contó que su hijo había muerto y ella sin pensarlo le dice que sí y busca a Channel para que le hiciera un vestido para la ocasión. Tras terminar el concierto un grupo de militares alemanes interrumpen y entonces Deray sube al escenario y grita y en ese instante la encañonan y le disparan y muere en el acto. En ese instante aparece Channel por detrás y agarra a Marina para sacarla de allí. Salen corriendo y encuentran a Kennen al cual acompaña. Este le cuenta todo sobre los manuscritos y le invita a su casa y ella acepta pero antes iría a recoger a su perro y se daría una ducha. En ese momento se le aparece su padre al igual que le ocurrió con su madre. Bajan a la biblioteca y hablan un poco sobre los manuscritos y tras un rato se despiden y se marchan. Fraçoise se retira con pena ya que cada día se da más cuenta de que está enamorado de Kennen. Tras leer los manuscritos se da cuenta de que en todos se describe a una mujer pelirroja. Entre tanto deciden marcharse ya que buscan a Kennen por desobediencia al Fürher y Françoise se va con los manuscritos que más adelante le dará pistas para que lo encuentren. Cogen el coche y se van juntos deciden entrar en una casa de un amigo fallecido. Allí siguen hablando y se acercan hasta que se besan y siguen en el cuarto hasta que se duermen. Van hasta la iglesia y tras mucho buscar, debajo de la silla encuentran un papel en el que les indican que deben ir al vertedero. Llegan a este y leen un enigma que les escribió Françoise y mientras lo leen aparece él. Hablan y deciden quedar en el Sacre Coeur. Quedan y Françiose le da una maleta y una hoja con sus propias conclusiones. Se vuelven a despedir y vuelven a la casa. Tras mucho leer Kennen se siente mal y no le da importancia pero finalmente se tumba porque está muy mal. Françoise aparece y hablan de que la protagonista de los manuscritos es Marina. El chispazo en el arma de los alemanes, la luz blanca que le rodea cuando toca el piano…todo encaja. El perro de Marina le lame la mano a Kennen y este muere. A toda persona que el perro lamió la mano finalmente murieron ya que este era capaz de ver quien moriría o no y su despedida era lamerle la mano a esa persona. Marina se le acerca y una aureola blanca muy fuerte les rodea y Françoise se asusta. Tras pasar todo él decide llevarse los papeles consigo. Al día siguiente de todo lo ocurrido el sol sale al cielo y todo había acabado. Está en Málaga, tumbada, tranquila y cansada. De repente esta en un sitio oscuro, en el que ve unas escaleras hacia arriba y hacia abajo. Tras mucho pensar decidió subir las escaleras para poder escapar. Alguien le persigue y cuando llega arriba las escaleras terminan y se encuentran en una habitación. La persona que la seguía se descubre y era ella misma, como si estuviera reflejada en un espejo. El monstruo se le sigue acercando hasta que se acorrala contra una ventana y las dos caen por el precipicio. Mientras caían, ella nota como choca contra algo blando que la salva y cuando mira era el dragón. Este le lleva hasta una casa que le resultaba familiar. En ella se encuentra con su madre y su padre a los que les abraza y ellos tan normal les contestan mientras hacían de comer como si nada raro ocurriera. Ve a Deray, y a todos sus amigos que murieron cerca de ella. Se despierta del sueño y sabe que sería el último que tendría. Anda junto a su perro mientras lee los manuscritos sin rumbo fijo y habla con él sobre la muerte y sus pensamientos sobre ese tema.